Los vestigios aborígenes del Ecuador nos hablan de antiguas civilizaciones que habitaron el territorio y nos legaron su cultura, marcando así una historia que será contada de generación en generación y este es el caso de Ingapirca.
Este importante Centro histórico se encuentra ubicado en la provincia del Cañar a 3.120 msnm, y a 80 km de la ciudad de Cuenca. Ingapirca es una palabra quichua que significa “Muro del Inca, nombre que fue dado por los españoles. Se encuentra dividido en tres piezas o departamentos y es considerado un observatorio del sol y la luna. Esta Fortaleza arquitectónica auténticamente incásica es una de las más grandes y trascendentales edificaciones de la historia del Ecuador que fue conocida a mediados del siglo XVIII.
Al contemplar cada parte de esta obra arquitectónica despierta mucho interés por aquella cultura ancestral que evidentemente fue fusionada con otra muy inteligente, Cañarí-Inca, aunque no se sabe a ciencia cierta cuáles fueron los motivos reales de su construcción, pero basándose en las hipótesis de muchos historiadores y arqueólogos que relatan que Ingapirca fue construido bajo las órdenes de Huayna-Capac como un centro de adoración a sus dioses astrales como la luna y el sol, aunque también se dice que se la construyó para llevar a cabo labores agrícolas esto nos demuestra de la magnificencia que gozaba en tiempos del Incario
Información de las Ruinas de Ingapirca
Según las evidencias encontradas en el complejo, todas las edificaciones tuvieron paredes de piedra cortada, completadas en su parte alta con adobe; su techumbre a dos aguas con una fuerte caída, tenían una estructura de madera, carrizo, amarrados con cabuya y su cubierta con paja de páramo. Las ruinas de Ingapirca fueron un importante centro religioso, político, científico, militar y administrativo y está conformado por un cementerio, observatorios solares, un templo, depósitos, aposentos de sacerdotes, una plaza ceremonial y calles empedradas.
En el complejo se pueden apreciar las distintas unidades arquitectónicas, entre las que se destaca el Templo del Sol conocido como El Castillo, está ubicado en lo alto de una colina, conformado por aposentos, patios, bodegas y baños tienen forma elíptica de 37 metros de largo y 12 de ancho, sirvió para la realización de ceremonias y rituales de la cultura Cañari-Inca. Además se pude observar el edificio más antiguo de Ingapirca, Pilaloma que está compuesto por una serie de habitaciones rectangulares.
Los Adoratorios Construidos por los Cañaris eran en honor a la Luna, su principal dios y es el centro del complejo arqueológico de Ingapirca. Su construcción es de forma elíptica y sus paredes tienen una elevación máxima de menos de cuatro metros. Tanto la puerta como las hornacinas ubicadas en las paredes, tienen forma trapezoidal, y los bloques de piedras talladas están yuxtapuestos sin necesidad de ningún tipo de amalgama. Los Aposentos estaban acondicionados para los sacerdotes y sus ritos, en adoración al Sol y a Luna, uno de los muros posee una gran cantidad de hornacinas. En los Museos Arqueológicos en su interior se puede observar una maqueta explicativa de Ingapirca y una gran cantidad de cerámica perteneciente al periodo de integración. Las excavaciones realizadas en este sitio revelan presencia de las culturas Cañari e Inca. Además cuenta con una sala etnográfica donde se pueden encontrar elementos, como: utensilios, herramientas y vestimenta de los cañaris.
Problemática Actual de Ingapirca
Las ruinas de Ingapirca son unas de los principales patrimonios culturales arquitectónicos prehispánicos más importantes del Ecuador por sus características constructivas y de representación cultural del pueblo cañari.
Es visitada por decenas de turistas, tanto nacionales como extranjeros todos los días, sin embargo, este atractivo turístico presenta serios daños que comprometen la integridad de sus construcciones y, por los conflictos internos en la población se ha dificultado encontrar una administración permanente y estable que se haga cargo de su dirección.
El gobernador del Cañar, Rolando Ruilova, expresó que este problema viene desde hace 20 años y en la actualidad ninguna institución lleva directamente la administración, la INPC está a cargo de ciertos gastos pero no de forma legal. Además existe la posibilidad de que el presidente de la República decrete que el INPC asuma la responsabilidad de forma temporal hasta que la nueva Ley de Cultura sea aprobada.
Si se da tal situación, se podría invertir 500.000 dólares para la ejecución de obras de reparación del Complejo, dejando en claro que mientras que no se defina esta situación la INPC no podrá intervenir totalmente encargándose solo de vigilar ciertos aspectos culturales.
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