BELALCÁZAR
Un humilde arriero y campesino de España le correspondió conquistar el reino de Quito, sus nombres verdaderos: Sebastián Moyano. Realmente su apellido no es Belalcázar ni Benalcázar, prefirió usar el nombre del pueblito situado al pie del castillo Belalcázar donde nacería. Los que asevera su principal biografía J.J. Caamaño es que fue hijo de unos humildes labradores de Castilla. No aprendió a leer ni a escribir. Moyano dando muerte a un asno a punta de garrote, avergonzado y temiendo el castigo que le esperaba en casa, abandona los asnos, su familia y su pueblo, llegando al puerto de Sevilla, aquí se enrola como simple soldado en la expedición hacia las Indias. Pedro Arias de Ávila, quien le cambiaría el apellido de Moyano por el del pueblo en que había nacido.
En Panamá conoce a Pizarro y luego a Almagro, por orden de Pedrarias, explora, conquista tierras de Centroamérica. La Corona española en reconocimiento a sus servicios le regaló una encomienda y lo nombró Alcalde de León en Nicaragua. A comienzos de 1531, lo invitaron a conquistar el Imperio de Atahualpa, renunciando al cargo, alcanzó a Pizarro en Coaque. Recorrió territorio Manteño y Guancavilca. Llega a Puná, luego explora Tumbes; es uno de los fundadores de San Miguel de Piura (primera población fundada por los españoles en América del Sur); siendo nombrado Teniente de Gobernador. Acompaña a Pizarro a Cajamarca, es testigo y autor directo de la conquista, captura, prisión y muerte de Atahualpa.
Las causas que lo llevaron a Belalcázar a conquistar el Reino de Quito fueron porque los indios en Cajamarca le contaron que al norte se encontraba la ciudad de Quito, capital del Tahuantinsuyo, en el cual había plata, oro, esmeraldas y perlas que superaban el rescate de Atahualpa. También Pedro de Alvarado, brazo derecho de Hernán Cortés, se aproximaba con el propósito de declarar estos territorios que estaban fuera de la jurisdicción y mando de Pizarro y Almagro.
Sin pedir autorización a Pizarro, posiblemente por el mes de noviembre de 1533, abandonaba Piura, en Carrachobamba los españoles fueron bien recibidos por los indios; ascienden luego los Andes y penetran en Loja; en el territorio de Palta le esperaba una emboscada al mando del General Chaquitinta, quien con sus guerreros, al ver que en las llanuras se levantaba polvo y luego de ver a los monstruos (caballos), arrojaron sus armas y dando alaridos de terror se perdieron en los montes y cerros.
Abandonó territorio quiteño para ir en pos del legendario “El Dorado”, fundó en el sur de Colombia las ciudades de Pasto, Popayán y Cali. Murió en la más completa pobreza en Cartagena de indias.
RUMIÑAHUI Belalcázar sin encontrar ninguna resistencia indígena por Loja, Azuay y Cañar, mas al ingresar en tierras de Alausí se encontró con cuyo principal caudillo fue un indio de Quito, este jefe tenía por sobrenombre Rumiñahui, los soldados de Castilla y los indios quiteños lo conocían como Ruminabi, Orominabi, Rumiñahui es palabra quichua que significa Rumi: piedra y Ñahui: cara u ojo, le decían así por una carnosidad que tenía en un ojo. Se asegura que fue el fruto de Huayna-Cápac con la hija de un Ati de Píllaro, su nombre verdadero como lo confirman sus principales biógrafos el Dr. Enrique Garcés y Gonzalo Rubio Orbe, fue el de Ati Pillahuaso II, era el señor de Tiguajaló y de Píllaro, sus dominios colindaban con los de Llanganatis.
Cuando los cuzqueños invadieron su patria se alistó en los ejércitos de Atahualpa, derrotándolos en los campos de Mocha, Tomebamba, Cusibamba y Jaula. Acompañó luego a la Costa para sofocar la insurrección de los punaés, se dirigió a Tumbes, transmontó los Andes y llega a Cajamarca. Fue testigo de la captura y prisión de Atahualpa y cuando vio a su señor ofrecer a cambio de su libertad un bohío lleno de oro, desaprobó semejante generosidad. Buscó de pueblo en pueblo el apoyo para detener a los españoles, los Cañaris no le hacían caso y este en forma ejemplar los castigó.
Levantó a su pueblo en armas, en los primeros días de Julio de 1534, en el nudo de Tiocajas se enfrentaron Belalcázar con sus tropas contra Rumiñahui y su ejército, luchando durante toda la tarde al mundo de Tucumango Cacique de Tacunga, de Quimbalimbo Cacique de los Chillos y de los Sinches Razo-Razo, Nina y Quisquis que moriría de una lanzada en el pecho, en Liribamba, proporcionada por Huayna-Palcón, hermano paterno de Atahualpa que se resistía a combatir a los hispanos. Los españoles por vez primera saboreaban lo amargo de la derrota, el cerco indígena se estrechaba ya al terminar el día y los españoles ya vencidos, se arrodillaron pidiendo la protección de su apóstol Santiago. De ponto escucharon un ruido profundo que venía de las entrañas de la tierra, era la erupción del dios Tungurahua y para suerte de los españoles, nuestros indios botaron sus armas creyendo que su dios estaba con ira. Rumiñahui ordenó la retirada cavando huecos para inutilizar la ventaja de los caballos. Mas un indio llamado Mayu o Maygua entregó a Belalcázar un croquis que burlaba las trampas de Rumiñahui. En su retirada con dirección a la ciudad de Quito, incendiaron los campos, las ciudades; fueron completamente destruidas, inclusive los caudales de los ríos los detuvieron.
Belalcázar llega a Quito por vez primera en julio de 1543, recibiendo una gran decepción, no encontraron ni oro en sus destruidos palacios y templos. De las quebradas salía olor a cadáver, eran de las Ayllu-Cunas que por el mero hecho de demostrar curiosidad por los blancos, fueron arrojados a precipicios. Belalcázar, ciego de ira, lo persigue por las tierras de Quinche, Cayambe y estando en territorios de Imbabura, le dieron alcance unos soldados españoles que le comunicaron que el Mariscal Diego de Almagro, le esperaba en Riobamba.
Una vez fundada la cuidad de Quito, persiguió con sus capitanes Juan de Ampudia y Pedro de Puelles, a sol y sombra a Rumiñahui y sus generales; se cuenta que Ampudia persiguió, capturó y quemó vivos a Zopozopangui, Quimbalimbo, Tucumango, Razo-Razo.
Mas la historia nos cuenta que fue capturado en sus dominios de Píllaro cuando unos soldados, Valle y Miguel de la Chica, encontraron en una choza a un indio esbelto. A diario los españoles le torturaban para que declare el lugar donde había escondido los tesoros, este indicaba varios lugares cada vez más lejanos.
Nuestros indios narran la tradición y la leyenda la cual dice que Rumiñahui al verse perseguido y acorralado en la cima agreste de una montaña y teniendo a sus espaldas un abismo insondable, miró fríamente a los españoles y dando un salto se perdió en las tinieblas del abismo, llevándose el secreto de los tesoros de Atahualpa.
En 1535, moría Rumiñahui, bien sea quemado vivo según unos historiadores o también ahorcado, y con la muerte del caudillo los indios abandonaron sus armas con tristeza y dolor, volvieron vencidos a sus chozas para luego perder tierra, mujeres y dignidad humana.
FUNDACION DE SANTIAGO DE QUITO
Almagro pidió cuentas al arriero de su actitud dictatorial por abandonar Piura; le contaba el tuerto (Almagro) que encontrándose en Vilca (Perú), Pizarro tuvo conocimiento que Alvarado llagaba en son de conquista, es entonces que ordenó que Almagro venga y conquiste para legitimar estos territorios a favor de Pizarro. Entonces proceden a fundar una ciudad ficticia que legalizaba las conquistas efectuadas por Belalcázar, y así, a orillas de la laguna de Colta, en el valle de Cicalpa. Almagro funda la villa de Santiago de Quito el 15 de Agosto de 1543. Cinco días después llegaba a Riobamba Alvarado dispuesto a todo, aunque sea a la guerra civil. Almagro ofreció una indemnización y que los soldados de Alvarado podían alistarse en filas de Belalcázar o Almagro
FUNDACION DE SAN FRANCISCO DE QUITO
Mientras se dirigían al Cuzco para que Pizarro entregue la indemnización, Almagro ordenaba a Belalcázar que en su nombre prosiga la conquista de Quito; le encarga que sobre las ruinas de la antigua capital de los Schyris funde la ciudad de Quito, inclusive el acta de fundación, la constitución misma del Cabildo, las hizo Almagro el 28 de Agosto de 1534. Para el 5 de Diciembre Belalcázar descansó en el valle de Turubamba. Al día siguiente, 6 de Diciembre de 1534, fundada en las faldas del Pichincha y sobre las ruinas dejadas por Rumiñahui, la villa San Francisco de Quito, en honor a su compadre Francisco Pizarro.
Por Darwin Salas Vega